En el 71 entré al Conservatorio (hoy IUNA), sólo para conocer intelectualmente un montón de materias relacionadas con el teatro y… nunca más me despegué, me enamoré, y no pude bajarme más de un escenario. El teatro es un virus incurable.
En el 83 (después de mucho teatro) entré al Elenco Estable del San Martín y arranqué con la tele (palabra prohibida en el Conservatorio en aquella época). Hice muchas tiras y unitarios y también cine y publicidad y… (modestia aparte) tuve tres nominaciones a distintos premios. Juaaa! La tímida se destapó!
Y hoy… renace y se esconde en la piel de esta directora, que mira desde afuera (desde afuera?) cómo mis queridísimos actores se meten en sus personajes y se comen todos los nervios del estreno (que yo conozco tan bien). Porque ser actor es eso PONER EL CUERPO.
Noemí.
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